Ah, la cruda…. ese precio que tenemos que pagar después de una noche llena de copas y risas. Si alguna vez pensaste que la resaca es simplemente estar deshidratado, estás muy, muy, equivocado.
Mito #1: “La cruda es solo deshidratación. Solo bebe agua.”
Empecemos con ese clásico consejo de la abuela (o del amigo que todo lo sabe):
"La cruda es solo deshidratación, échate un vasito de agua o un suero y ya con eso."
Aunque el alcohol tiene un efecto diurético que hace que te la pases en los baños de los bares orinando mucho más a menudo y puede llevar a la deshidratación, esto es solo parte del problema. La lógica errónea detrás de la cruda es la siguiente:
Aunque es cierto que el alcohol es un diurético, esto aplica principalmente al alcohol puro.
A menos que estés bebiendo alcohol puro de 190 grados, como Everclear, la mayoría de las bebidas alcohólicas contienen otros líquidos no alcohólicos.
Por ejemplo, la cerveza ligera tiene aproximadamente un 4% de alcohol por volumen (ABV). Esto significa que, de cada 355 ml (12 onzas) de cerveza ligera que consumes, 341 ml (11.5 onzas) son líquidos no alcohólicos.
Entonces, aunque el alcohol efectivamente deshidrata y provoca resacas, asumir que la deshidratación es la única causa de la cruda es simplista.
Para que esta conclusión fuera cierta, cualquier tipo de deshidratación tendría que causar los mismos síntomas que una resaca de alcohol.
Sin embargo, otras causas de deshidratación como no beber suficiente agua durante el día, exponerse al sol demasiado tiempo, hacer ejercicio en calor extremo, o incluso comer comida picante, no generan todos los síntomas de una resaca alcohólica.
La deshidratación suele causar boca seca, sed y fatiga, síntomas que se resuelven en pocas horas, a diferencia de los múltiples efectos que el alcohol tiene en el cuerpo, como la irritación gástrica y la alteración de neurotransmisores.
Mito #2: “No tengo cruda porque bebo con responsabilidad.”
Este es el clásico del amigo que se las da de sabio: "Yo no tengo cruda porque bebo con responsabilidad."
A ver, si bebieras con verdadera responsabilidad, no pasarían cosas raras o épicas en la peda, creo que las peores/mejores borracheras son las que no planeamos.
Aunque beber con moderación puede disminuir el riesgo de una resaca devastadora, no te inmuniza mágicamente contra ella.
De hecho, investigaciones han demostrado que la susceptibilidad a las resacas puede variar debido a factores genéticos y biológicos.
Algunas personas simplemente son más propensas a sufrir resacas sin importar cuánto beban. Así que no importa si eres un bebedor moderado, ligero o el rey de la peda, la cruda no perdona.
Mito #3: “Solo el alcohol barato da cruda. El caro no.”
Aquí llega tu tío el pretencioso experto del alcohol: "Solo el alcohol barato da cruda. Lo caro no." A ver, tu tequila de $2000 la botella y el tonayan de $30 pueden darte cruda por igual. No se trata de la etiqueta o del precio, sino de lo que hay dentro de la botella.
El alcohol de mala calidad puede tener más congéneres, que son subproductos tóxicos de la fermentación y destilación, y que pueden empeorar la resaca.
Sin embargo, incluso el alcohol más puro y caro contiene etanol, que es la principal causa de tus desgracias post-fiesta.
Imagínate que el alcohol es como un coche. No importa si conduces un BMW 2025 o un chevy del 94’, si manejas demasiado rápido y sin control, vas a tener un accidente. Con el alcohol pasa lo mismo: no importa si es caro o barato, si bebes demasiado, vas a sufrir las consecuencias.
Mito #4: “Solo toma analgésicos y ya.”
Y aquí tenemos el consejo del pseudo-doctor: "Solo toma analgésicos y estarás bien."
Aunque los analgésicos pueden aliviar algunos síntomas como el dolor de cabeza, no son la solución mágica para la cruda.
Además, tomar ciertos analgésicos como el paracetamol (acetaminofén) puede ser un gran error, ya que cuando el hígado está ocupado procesando el alcohol, no maneja bien estos medicamentos y puede aumentar el riesgo de daño hepático.
Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno pueden ser una mejor opción, pero aún así, solo atacan una parte del problema. No olvides que la resaca es un cóctel de síntomas: deshidratación, desequilibrio electrolítico, irritación gástrica y toxicidad.
Así que un solo analgésico no va a limpiar todo tu desmadre post - cruda.
Para que lo entiendas mejor, piensa en la cruda como un incendio en tu casa. Tomar un analgésico es como usar un extinguidor pequeño. Quizás apagues una llama, pero el fuego sigue ardiendo en otras partes…
La Cruda y Tú: La Conclusión
Así que ya sabes, la próxima vez que estés tirado en la cama con una cruda infernal, recuerda que no es solo deshidratación lo que te tiene atrapado. Es un combo de efectos químicos y biológicos que te están pasando la factura por la noche anterior.
Bebe agua, sí, pero también trata de reponer electrolitos, come algo ligero para estabilizar tu azúcar en sangre y descansa. Y sobre todo, ríete de ti mismo.
Porque al final del día, la cruda es una experiencia compartida por millones, un recordatorio de nuestras noches de excesos y, quién sabe, tal vez una buena historia para contar.
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¡Salud!, y que la píldora anti cruda te guíe en tu próxima borrachera
